La traducción en el campo vitivinícola

La industria vitivinícola no sólo es una industria próspera, sino que también es una de las que más ha perdurado con el pasar de los años y a la que aún le queda una infinidad por delante.

Sin embargo no es accesible para cualquiera; no muchas personas ajenas a la producción vitivinícola logran adquirir el conocimiento básico necesario como para poder opinar o escribir sobre la fabricación de vino. Es por eso que quien se dedique a la traducción de algún asunto relacionado no sólo debe tener una vasta cantidad de material de referencia, sino que resulta de suma utilidad tener algún contacto que sea un especialista de la industria.

Tal como sucede con los temas que requieren una especialización particular, la traducción en el área vitivinícola requiere del conocimiento de una terminología especializada. Hay varios términos propios del ramo, como por ejemplo el francés bras que en español equivaldría a brazo (aquel que utilizamos para transportar y mover elementos). Pero en esta industria el lenguaje a menudo conlleva tecnicidad; de modo, por ejemplo, que bras es el nombre utilizado para las ramas que salen de la cepa (como se llama el tronco de la vid, que es la planta de la que brota la uva que luego será fermentada para producir vino). Y más aún, siendo Francia una de las cunas del vino, hay presentes una amplia gama de galicismos.

Es importante tener en cuenta hacia qué región irá dirigido el texto. En algunas los términos varían de una localidad a otra (desnietar, que refiere a la acción de eliminar ciertos brotes sobrantes de cepa, puede ser esperrar, espaguar o deshijar). Por lo tanto la utilización de un diccionario especializado (ya sea tanto desde uno publicado a un glosario online con buenas referencias) puede que en ocasiones resulte poco efectivo si no se tiene en cuenta previamente la región a la que se quiere localizar la traducción. En países como Francia, así como también en  Italia, Portugal, Alemania, la traducción de términos relacionados con el vino y la vid puede ser cómoda y se pueden encontrar equivalentes. Muy diferente resulta en países donde el consumo vitivinícola no es común, como sucede en los países asiáticos. En estos casos suele recurrirse a los extranjerismos o se van creando neologismos. En cuanto a la traducción en inglés, actualmente en Estados Unidos de América se implementa (aunque no oficialmente) el término «vinglish» derivado del  francés «vin» (vino) y el English.

A fin de cuentas, al momento de traducir algo relacionado con esta fina industria, se debe investigar en muchas ramas que hay dentro de la misma. Los especialistas no sólo tienen una lengua entrenada, sino que, a la vez, cuentan con conocimiento vitivinícola  muy detallado, un mínimo error haría que los lectores duden del conocimiento, no del traductor, sino del mismo autor del texto de origen.

De encontrarse en América Latina, quien desee ser parte de este ambiente podrá disfrutar de Expovinis, si bien este tipo de evento es creado pensando más en el productor y distribuidor, cualquier puede asistir, y con sólo escuchar las charlas de la gente alrededor alcanza para adquirir nuevos conocimientos y terminología. Otro evento importante, más accesible para quien resida en Europa es ProWein, hace unos meses celebrado en China, pero que en Abril será acogido en Alemania.

De todos modos, luego de tanta investigación y ampliación de conocimiento, y una vez finalizada la labor, nada mejor que darse el gusto y  descorchar una botella de vino. Y desde aquel momento, con todo lo aprendido, el vino se disfrutará de otra manera.