La necesidad de conocer la especialidad del texto que se traduce

Como ya todos sabemos, una misma palabra puede tener varios sentidos distintos y estos sentidos van a definirse según el contexto. Por ejemplo, la palabra en inglés trial tendrá un sentido en un documento jurídico que verse sobre litigios y otro, en un documento sobre una relación laboral. No obstante, estos sentidos no deben confundirse con los que pueda tener en un documento médico.

Desgraciadamente, no todos los ejemplos son tan claros como éste, y en ese caso, para las sutilezas es necesario manejar bien la especialidad, puesto que ya todos hemos pasado por las incómodas situaciones en las que estamos concentrados en la lectura de un documento y padecemos el ruido en la comunicación creado por una frase que resulta incomprensible respecto del resto del párrafo.

Esa frase resulta justamente incomprensible, porque la persona que redactó el documento no lo entendió y por ello redactó una oración incoherente y sin una lógica básica. Ciertamente, no podemos ser especialistas en varias áreas y traductores al mismo tiempo, pero dentro de lo posible, debemos contar con la valiosa ayuda de especialistas en las distintas áreas de nuestras traducciones para hacerles las consultas necesarias y, muchas veces, es el mismo cliente el que es el especialista y puede ayudarnos en todo lo que necesitemos.