Las 50 sombras de los mensajes de texto

El lenguaje de la mensajería instantánea se ha convertido en una entidad en sí misma. Los mensajes de texto han sido una herramienta útil y generalizada desde el surgimiento de los teléfonos móviles. A través del tiempo, la forma en la que nos comunicamos mediante este medio ha evolucionado de tal manera que ha dividido a los lingüistas en relación con el uso gramatical y ortográfico en los mensajes de texto. Al menos al principio, algunos atribuyeron este fenómeno a la necesidad de ahorrar espacio en nuestros mensajes. Sin embargo, hoy en día las limitaciones de caracteres son esencialmente inexistentes cuando se envía un texto, por lo menos en los modelos de teléfonos más nuevos. Si el ahorro de caracteres no es la razón principal por la que somos propensos a cambiar y acortar las palabras, entonces la razón es que la tecnología ha evolucionado, nos hemos vuelto más impacientes, necesitamos información de inmediato y nos enojamos cuando alguien no responde inmediatamente después de enviarle un mensaje. Ciertamente vivimos en una sociedad dinámica, donde todo tiene que suceder ahora mismo.

En los viejos tiempos, las personas escribían largos correos electrónicos, usando palabras completas y sabiendo que, después de enviarlos, podían pasar algunos días antes de que realmente obtuvieran una respuesta. Esto se debía a que no todo el mundo tenía acceso a una computadora o a internet para ese tema. Ahora, todo es un poco diferente, ya no podemos esperar para obtener una respuesta, no importa la hora del día.

Todos estamos familiarizados con las siglas como “ASAP”, “LOL”, “BFF”, “EOB” o “EOD”; su uso está tan extendido que están siendo utilizados en otros idiomas. Al traducir los mensajes de texto, los traductores pueden encontrar difícil el uso de siglas en el idioma de destino, este es un caso en que incluso la localización y la transcreación pueden fallar, simplemente porque las siglas utilizadas en el idioma inglés están tan arraigadas en la cultura actual (dentro y fuera de EE.UU.), que quedaría bien simplemente dejarlas en inglés, y el intento de crear otros nuevos en nuestro idioma de destino puede ser un gran fracaso. Esto también se debe en parte a que pareciera haber más siglas en inglés que en cualquier otro idioma.

Por supuesto, hay otras siglas que parecen inverosímiles y probablemente creadas en el momento durante una conversación, otras pertenecen a grupos cerrados de amigos u organizaciones, por lo que podrían significar todo tipo de cosas para un lector externo. Estas son los más difíciles de traducir o localizar debido a su uso reducido. Analicemos las más inusuales en inglés:

DHU: Dinosaur hugs (Abrazos de dinosaurios), utilizada para mostrar apoyo

FICCL: Frankly, I couldn’t care less (Francamente, no me importa)

ROFLCOPTER: Rolling on floor laughing and spinning around (Rodando en el piso muertos de risa y dando vueltas, llevando LOL un poco más allá)

TTYAFN: Talk to you awhile from now (Te hablo dentro de un rato)

Así que esto es lo que está pasando en nuestro idioma, en constante evolución, ya sea para bien o para mal. Y tenemos que continuar con eso.